Leyendas y relatos de milagros de santos las hay en todos lados, pero las que se escuchan sobre
las apariciones del Santo Niño de Atocha son de las más bellas y particulares. Fresnillo, Zacatecas, es un lugar habitado por población trabajadora y fiel seguidora de las tradiciones religiosas.
Gracias a ello, el Templo de Plateros se volvió el tercero en su especie, más visitado en México. Es ahí donde se encuentra el Santuario del Santo Niño de Atocha, figura de un niño vestido de peregrino, con
sandalias, aguaje, sombrero y una canasta.
El niño se encuentra dentro de una vitrina de cristal, pues se cuentan muchas historias de que en distintas ocasiones se llegó a salir del templo para realizar algún milagro.
El niño de Atocha ayuda a los mineros
La primera leyenda, es la de un grupo de mineros que se quedaron atrapados alrededor de 1900,
en el Real de Minas de San Demetrio, después de una larga jornada de trabajo.
Se dice que los trabajadores llevaban horas sin regresar a sus hogares y el párroco de la iglesia se dio cuenta que el Niño de Atocha no estaba en su lugar, y pensando que se lo habían robado, fue a reportarlo a las autoridades y cuando volvió ya estaba en su lugar, pero se encontraba con los pies sucios y parte de la vestimenta rota, de andar en el camino.
Los mineros cuentan que vieron a lo lejos a un niño que salió del lugar y la evidencia son unas pequeñas huellas que quedaron en el camino.
El Santo Niño de Atocha ayuda los caminantes
Hay muchas otras leyendas que se cuentan, por parte de los peregrinos que acuden el 25 de
diciembre de cada año, a cumplir alguna promesa o manda. Dicen que el Niño de Atocha ayuda a
en el largo trayecto que realizan para visitar el Santuario.
Presumen que les comparte el alimento de su canasta y les da agua para beber de su aguaje. Historias sobre personas ancianas que recuerdan que les ha ayudado para que sea menor el cansancio y logren cumplir sus mandas y promesas ofrecidas a esta advocación.
La aparición del Niño de Atocha en Semana Santa
Una leyenda, muy contada es la de su aparición ocurrida en la Semana Santa del 2007, esta
historia fue narrada en periódicos locales.
Se cuenta que en la media noche de un martes de abril, decenas de fieles católicos vieron la figura del Santo Niño de Atocha en el remate de la cúpula del santuario. Un menor de edad que iba en el grupo, gritó que el Niño de Atocha los estaba recibiendo, y los peregrinos más cercanos voltearon al lugar que este infante señalaba y sorprendidos gritaban que eso era un milagro.
Tal fue el asombro, que la noticia se difundió a nivel nacional, por lo que el Obispo tuvo que decir que el milagro no era real, que había sido una mala visión por el fervor de tantas personas. Pero aún existe la duda, de que el Santo Niño de Atocha haya salido a recibir a sus fieles, o no.
Milagros del Santo Niño de Atocha
Es por ello que junto al Santuario, hay un espacio acondicionado para los ex votos y milagros que llevan los visitantes, a través de retablos.
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