El reloj marca su paso y estamos a poco más de un mes de que inicie dicha celebración. Siguiendo la dinámica del «Pedir muertito”, Veracruz, uno de nuestros estados más ricos en cultura le añade sabor a las posadas con esta tradición centenaria que abarca del 16 al 24 de diciembre. La rama veracruzana es una tradición más de México digna de conocerse.

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¿Cuál es el origen de la rama veracruzana?

La época de la colonia tenía como objetivo difundir las festividades religiosas. Para ello se servía de ornamentos refinados como veladoras, piezas de acero moldeadas, telas y bultos de gran calidad. En la Nueva España, por no contar con todo ello, los indígenas recurrían a los medios naturales, flores, varas de magueyes, otate, cuajilote u otros árboles.

La rama veracruzana actualmente

Surge de ahí, de la confluencia de ambas culturas, lo que hoy conocemos como “La Rama”, adornada festivamente con flores, frutos, serpentinas, listones, globos y lo que se tenga a la mano. Esta colorida varita, cuya forma debe asemejarse a la del pino, comienza una peregrinación por las colonias, donde sus cargadores, en especial niños, cantando villancicos, buscan obtener su aguinaldo.

Ya sea con ofrendas de dinero, algo de morralla; o en especie (frutas típicas, de temporada, bolos, cañas o juguetes) el nocturno recorrido de “La Rama” llega a su fin en el lugar donde se celebra la fiesta, o posada. Una vez ahí los convidados se deleitan rompiendo la piñata, tomando ponche y otros aperitivos como panes y dulces típicos mexicanos y de la región.

Esta tradición tiene su hogar en las Llanuras de Sotavento, Los Tuxtlas y la Cuenca del Papaloapan y otras regiones de Veracruz. Sin embargo, la tradición ha tocado tantos corazones que se ha extendido a varias partes del sureste de México: Tabasco, Quintana Roo, Campeche Y Chiapas.

Si estás a punto de viajar al Sur de México, entonces prepárate para que te vuelvas parte de esta tradición, ¡no olvides empacar tu Rama!