Las posadas mexicanas, ricas en tradiciones y simbolismos, son inimaginables sin la música y los cantos que les dan vida. Estos son esos cantos esenciales que no solo animan las festividades, sino que también portan un profundo significado cultural.
Los Cantos de Petición y Bienvenida
El núcleo de las Posadas son los cantos de petición y bienvenida, conocidos como las letanías. Estos cantos dialogados representan la búsqueda de posada por María y José. Los «peregrinos» fuera de la casa cantan versos pidiendo refugio, mientras que los anfitriones, desde dentro, responden negándoles inicialmente el acceso. Finalmente, los peregrinos son reconocidos y bienvenidos con alegría.
Letra de las Letanías
A continuación, se presenta un extracto típico de estas letanías:
Fuera (Peregrinos):
En el nombre del cielo
os pido posada,
pues no puede andar
mi esposa amada.
Dentro (Anfitriones):
Aquí no es mesón,
sigan adelante,
yo no debo abrir,
no sea algún tunante.
Fuera:
No sean inhumanos,
téngannos caridad,
que el Dios de los cielos
se los premiará.
Dentro:
Ya se pueden quitar
y no molestar,
porque si me enfado
los voy a apalear.
Fuera:
Venimos rendidos
desde Nazaret,
yo soy carpintero,
de nombre José.
Dentro:
No me importa el nombre,
déjenme dormir,
pues ya les digo
que no hemos de abrir.
Fuera:
Posada te pide,
amado casero,
por sólo una noche
la Reina del Cielo.
Dentro:
Pues si es una reina
quien lo solicita,
¿cómo es que de noche
anda tan solita?
Fuera:
Mi esposa es María,
es Reina del Cielo
y madre va a ser
del Divino Verbo.
Dentro:
¿Eres tú José?
¿Tu esposa es María?
Entren, peregrinos,
no los conocía.
Fuera:
Dios pague, señores,
nuestra caridad,
y que os colme el cielo
de felicidad.
Dentro:
¡Dichosa la casa
que alberga este día
a la Virgen pura,
la hermosa María!
Otros Cantos Tradicionales
Además de las letanías, hay otros cantos que suelen escucharse en las Posadas, como «Dale, Dale, Dale», un canto animado que acompaña el momento de romper la piñata. Este canto alienta a quien intenta romper la piñata a darle fuerte y aprovechar su oportunidad.