Uno de los atractivos turísticos que revelan la gran historia de Mexico son las pirámides de Teotihuacan situadas en el centro de México, donde se desarrolló una de las culturas más importantes de Mexico, la Teotihuacana dentro de la época del apogeoMesoamericano en el periodo clásico del mismo, donde los sacrificios humanos y las pirámides donde se acostumbraba ofrecerles sacrificios a los Dioses eran cosa de todos los días, realmente este vestigio cultural es más que una simple estructura de piedra, nos permite descifrar la historia del México Prehispánico antes del llamado conquista mexicana guiada por Hernán Cortés cerca del siglo XIV en la región comprendida por Mesoamerica.


Son realmente asombrosas estas pirámides donde se puede observar la llamada Calzada de los muertos, la piramide del Sol y la Luna, no sería mala idea llevar unatablet para tomarle fotos a estas maravillosas obras arquitectónicas, o un celular para que saques fotos y videos y tener recuerdos para no perderte ni un momento de este gran lugar turístico ubicado en México.

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Las Pirámides de Teotihuacán son uno de los principales atractivos turísticos aquí en México, un ejemplo más de la basta cultura de nuestro país, estas esplendorosas pirámides se encuentran localizadas en el Estado de México, como un vestigio de una de las mayores ciudades de Mesoamérica.

Este lugar sagrado para las culturas antiguas de nuestro país conforma un amplio conjunto de pirámides, antes usados como centros ceremoniales, las cuáles son nombradas como Patrimonio de la humanidad desde 1987, y no era de esperarse, pues no se necesita visitarlas para darse cuenta que es un lugar turístico inigualable de México.

La pirámide del Sol y de la Luna, son otro de los atractivos turísticos dentro de este conjunto, son realmente fascinantes, nos hace pensar sobre la gran ciudad que esta tierra ha prescenciado.

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Sin lugar a dudas, las pirámides de teotihuacán son uno de los lugares turísticos que no debes perderte en México, te aseguro que será una experiencia inolvidable, no solo por sus ruinas arqueológicas, también por los lugares que lo rodean, como el convento de San Agustín en Acolman, Nezahualcóyotl.

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