La gastronomía durante la temporada de Cuaresma en los estados del norte de México refleja una combinación de tradiciones religiosas y regionales que se manifiestan en la cocina local.
A pesar de que el norte del país es ampliamente conocido por su carne asada y platillos a base de carne de res, durante la Cuaresma, que precede a la Semana Santa, la cocina se transforma significativamente debido a las prácticas de abstinencia de carne roja que muchos practicantes siguen durante este periodo litúrgico.
En estados como Nuevo León, Chihuahua, Sonora, Coahuila, Tamaulipas, Baja California y Durango, los platillos cuaresmales se centran en ingredientes como pescados, mariscos, legumbres y verduras.
Mariscos
El bacalao a la vizcaína, aunque de origen vasco, es un plato que se ha arraigado en la tradición cuaresmal del norte. Se prepara con bacalao desalado, tomates, aceitunas, chiles y especias que le dan un sabor robusto y reconfortante.
Los mariscos también juegan un papel esencial durante esta temporada. Camarones, calamares y diferentes tipos de pescado se preparan de diversas maneras: en empanadas, ceviches, y en sopas como la sopa de mariscos o el caldo de camarón, que se convierten en los protagonistas de la mesa.
Tortitas de camarón
No se puede dejar de mencionar las tortas de camarón, una especialidad que combina camarones secos molidos con especias y huevo, que se sirven típicamente con nopales en salsa roja.
Por su parte, las empanadas de cuaresma, rellenas de camarón, atún o incluso de combinaciones de verduras como la papa con chile poblano, son comunes en la gastronomía norteña de esta temporada.
Lentejas
El uso de legumbres como la lenteja es también notable. Las lentejas se preparan en guisos o ensaladas, a menudo acompañadas de ingredientes como el arroz y las verduras. Los nopales, ya sea en ensaladas o como acompañamiento, son una fuente importante de nutrientes y una alternativa popular durante los días de abstinencia.
La gastronomía del norte de México durante la Cuaresma ofrece una pausa en su típica dieta carnívora para dar paso a platos que, aunque más ligeros, no escatiman en sabor ni en creatividad. La adaptación de recetas tradicionales y la inclusión de productos del mar y de la tierra hacen de esta temporada una época de introspección y a la vez de disfrute culinario.